lunes, 5 de abril de 2010


Cuando dejás de pelearla, te morís, te caes, te vas. La pelea perdida, es la que no peleaste. Lo que te mantiene vivo no es ganar, sino pelear. No está muerto quien pelea. Tal vez te cruzaron un cross de derecha, te hicieron besar la lona, sangrar, llorar, pero hay que seguir peleándola, hasta el final. La única forma de aprender a pelear, es peleando, es no rendirse jamás. Rendirse es mirar la pelea desde afuera, ver como otro pelea esa pelea que es nuestra. Pelearla hasta el último round.

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